“El servicio al cliente es clave, una buena actitud no tiene comparación”.
Reclutar al talento humano es una tarea tan meticulosa como encontrar la pieza correcta de un rompecabezas: puede que tenga todos los elementos como forma y color pero si no es la correcta, no completará la imagen. Seleccionar al colaborador o colaboradora adecuado a un puesto de trabajo es un arte, “se requiere ojo clínico”, considera Jessica Mayorga, analista de Gestión de Talento.
De su infancia recuerda momentos felices, pero también resalta un dato curioso, “era una niña tímida”. El tiempo y las experiencias fueron forjando su personalidad. En el colegio se formó como secretaria bilingüe y sus primeras experiencias laborales coincidían con esta carrera: primero en una aseguradora, luego en un banco.
El banco resultó, sin buscarlo, un trampolín para alcanzar un puesto en el área de Recursos Humanos. Habían visto su liderazgo, excelente atención al cliente y su actitud. “El servicio al cliente es clave, una buena actitud no tiene comparación”, cree Jessica y lo ha implementado en cada uno de los roles que ha desempeñado en empresas con distintos giros de negocio: banca, agro, incluso fundaciones sociales.
En la universidad estudió Administración de Recursos Humanos, “me encanta mi área: atender a las personas, que me llamen, pregunten y apoyarles”. Uno de los trabajos que marcó su trayectoria fue en una fundación pediátrica, donde los médicos donaban su tiempo y conocimiento para hacer jornadas. Sin embargo, la situación económica era complicada por depender de distintos sectores. Cuando estuvo a cargo del área, aprendió a buscar soluciones y ser transparente con el equipo, “las personas siempre esperan que uno pueda resolver situaciones o dar respuestas.
Una de sus mentoras fue una de sus jefas, “siempre he dicho que el conocimiento se comparte” y fue justo eso lo que hizo. Le acompañó en sus primeras entrevistas, la guío para identificar las características que requería la persona que ocuparía determinado cargo, de alguna forma, le ayudó a desarrollar ese “ojo clínico” para elegir al candidato adecuado. Otro de sus aprendizajes fue en el ingenio donde laboró y fortaleció su capacidad para trabajar sobre objetivos, ser más independiente y empoderarse de sus tareas.
Forma parte del equipo de Gestión del Talento en Conecta desde septiembre del año pasado, disfruta el clima laboral, “esta empresa tiene algo particular: el compañerismo”. Ella sabe bien la importancia de un buen clima laboral, es clave para alcanzar el éxito. Sin embargo, hay una pieza clave “todo se basa en una buena actitud: todos los días me digo: hoy será un gran día, todo saldrá bien”.