Una subestación eléctrica hace posible que las personas puedan tener electricidad en sus hogares y que las empresas cuenten con la energía necesaria para poner en marcha la maquinaria industrial.
Para que las subestaciones de electricidad puedan distribuir la corriente de forma adecuada, es necesario manejar un buen sistema de transporte, mano de obra calificada, materiales de calidad y procesos eficientes.
¿Cuáles son las funciones específicas de las subestaciones eléctricas en Guatemala? ¿Qué importancia tienen en el sistema de transporte de energía?
En una interesante entrevista, Carlos Vargas, Gerente de Operación y Mantenimiento en Conecta, responde a algunas interrogantes para explicar el corazón de nuestro giro de negocio.
¿Qué es una subestación eléctrica?
Una subestación eléctrica es una instalación que forma parte del sistema de transporte de energía eléctrica y que tiene como función principal modificar los niveles de tensión (voltaje) y corriente (amperaje) de la electricidad que circula por las líneas de alta tensión.
De esta manera, se adapta la electricidad a las necesidades de los diferentes usuarios finales, ya sean residenciales, comerciales o industriales.
¿Cuál es la función principal de una subestación eléctrica en el sistema de distribución de energía?
Según Vargas, “una subestación eléctrica cumple dos funciones principales en el sistema de distribución de energía: facilita el intercambio de flujos de potencia y reduce la intensidad del voltaje para que la energía sea apta para su distribución al usuario final”.
¿Cómo se realiza la transformación de voltaje en una subestación eléctrica y cuál es su importancia en la distribución de la electricidad?
Este proceso es esencial para adecuar la energía eléctrica a las distintas etapas de transmisión y distribución.
Carlos Vargas explica que esta transformación se lleva a cabo mediante bancos de transformadores o simplemente transformadores. Estos dispositivos reciben la energía a un nivel de voltaje alto y la convierten en un nivel más bajo, apto para la distribución.
“La subestación es la que hace el intercambio y reducción de niveles de voltaje para interconectarnos desde el generador hasta nuestras casas”, afirmó.
“El generador produce la energía a un voltaje de media tensión, el transporte de energía se hace en alto voltaje en valores de 69,000 y 230,000 voltios y la distribución se hace a niveles de 13,200 y 34,500 voltios, por tal razón los transformadores son necesarios para subir o bajar el voltaje en los diferentes puntos de unión de las tres líneas: generación-transporte y distribución”.
¿Cuáles son los principales equipos y dispositivos presentes en una subestación eléctrica y cómo contribuyen a su funcionamiento y seguridad?
Según nuestro entrevistado, dentro de las subestaciones existen ciertos equipos y dispositivos que desempeñan roles fundamentales para el funcionamiento y la seguridad. Los transformadores son esenciales para la transformación de voltaje, permitiendo que la energía se adapte a diferentes etapas del proceso de distribución.
Además, los interruptores de potencia juegan un papel vital. Estos dispositivos tienen la capacidad de despejar o abrir fallas en el sistema, asegurando la continuidad y la seguridad del suministro eléctrico, mientras que otros equipos complementarios respaldan estos procesos, contribuyendo al funcionamiento fluido y seguro de las subestaciones.
En ese sentido, existen dos tipos principales de subestaciones, según Carlos Vargas:
Subestaciones de transformación y subestaciones de maniobras. Las primeras se encargan de cambiar el voltaje de un nivel A a un nivel B, mientras que otras funcionan de manera similar a un intercambiador vial, dirigiendo y gestionando el flujo de energía.
En cuanto a su tamaño y capacidad, “esto depende de la cantidad de líneas o transformadores que tengan”, concluyó.
En Conecta, comprometidos con nuestro objetivo de generar valor positivo en la región en la que operamos, poseemos los más eficientes sistemas de transporte de energía eléctrica, basándonos en prácticas éticas, seguras, rentables, sostenibles y competitivas, sin dejar a un lado los más altos estándares de calidad, transparencia, conocimiento y tecnología.