Contar con energía asequible y no contaminante es primordial para tener un desarrollo sostenible que pueda responder ante los desafíos ambientales del cambio climático.
El consumo de electricidad a nivel mundial continúa creciendo rápidamente. El Banco Mundial compartió que en el 2019, el 90 % de la población del planeta tenía acceso a la energía eléctrica. Sin embargo, más de 759 millones de personas siguen sin tener electricidad, y cerca de la mitad de ellas vive en zonas frágiles y afectadas por conflictos.
Espacios como la COP 27 nos recuerdan que este es un momento decisivo contra el cambio climático. Es por eso tan importante que los países inviertan en proyectos de energía renovable para poder cumplir con la creciente demanda, y cuidar al medio ambiente al mismo tiempo.
Para ello se debe dar prioridad a las prácticas de alto rendimiento energético y adoptar las tecnologías no contaminantes de generación y transporte de energía que sean adecuadas. Esto busca favorecer el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7), cuyo propósito es garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, para mejorar las condiciones de vida de millones de personas.
A largo plazo, la visión de este objetivo es fomentar la creación de una economía completamente sostenible y circular, en la que prevalezcan bajas emisiones de gases de efecto invernadero que puedan fortalecer la conservación del medio ambiente.
De acuerdo con el Pacto Mundial, las empresas tienen un rol clave en este sentido. Ya que pueden invertir en fuentes de energía limpia, apostando por tecnologías que reduzcan el consumo de electricidad en las instalaciones, así como buscar mayor eficiencia energética y desarrollar proyectos que contribuyan a llevar la energía a las comunidades locales más desfavorecidas.
El reto de los negocios de transmisión de energía
Para poder llevar la energía producida y abarcar el mayor territorio posible, se debe priorizar el desarrollo de la infraestructura necesaria. Es ahí donde entra la importancia de las transportadoras de energía eléctrica.
Durante el Primer Foro de Economía y Negocios de Forbes en Español, el cual se llevó a cabo en Guatemala, Juan Ricardo Ortega, el Presidente de la matriz de Conecta, destacó algunos de los avances y necesidades que existen en el camino de la transición energética de cara a la coyuntura económica mundial y el desarrollo del sector eléctrico.
Ortega comentó que hay muy poca conciencia sobre la trascendencia de mejorar las redes de transmisión de energía en la región y que hacen falta consensos políticos para lograrlo y avanzar en la transición energética. El reto está en conseguir la financiación adecuada para grandes proyectos de energías renovables.
“Con negocios de transmisión de energía eléctrica y transporte de gas natural seguiremos enfocados en garantizar un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.” Comentó Juan Ricardo Ortega.
¿Cómo se obtiene en Guatemala la energía asequible y no contaminante?
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación compartió que Guatemala depende en un 80% de la energía eléctrica que le provee el sector público, el Instituto Guatemalteco de Electrificación INDE y la Empresa Eléctrica de Guatemala S.A. EEGSA, que suministra en conjunto alrededor de 653 MW.
Por otro lado, el sector privado colabora con el restante 20%, que son 170 MW en este año, totalizando 820 MW de potencia disponible para el país.
En Conecta, somos la empresa que trabaja por transmitir este recurso en distintas regiones del país, buscando desarrollar y operar sistemas de transporte innovadores con el propósito de entregar un servicio de calidad con altos estándares técnicos y operacionales.
Nuestro compromiso con el medio ambiente nos ha permitido transportar el recurso energético a través de 630 kilómetros de líneas de transmisión, y de 24 subestaciones eléctricas de manera segura y asequible, al tiempo que se reduce el impacto de las operaciones en el planeta Tierra.